¡Feliz Día Nacional de la Tortita! Para celebrar esta ocasión poco conocida, hemos organizado una serie de breves charlas con una pequeña muestra de seis colegas de Brasil, Argentina, El Salvador, Estados Unidos, Alemania y Australia para conocer las tradiciones de comer tortitas en todo el mundo.
Un hecho innegable es que las tortitas evocan recuerdos intensos. Cuando la gente oye la palabra "tortitas", lo primero que le viene a la mente son sus ingredientes favoritos y recuerdos felices con la familia y los amigos. La gente puede recordar exactamente dónde estaban cuando comieron tortitas, ya sea de vacaciones en París o sentados en la mesa del comedor de su casa de la infancia. Pueden recordar la alegría de pedir por primera vez una pila de tortitas calientes y esponjosas de la carta de un restaurante, o la aguda decepción de una tortita cubierta con sirope de maíz en lugar de auténtico sirope de arce. De todas estas maneras, las tortitas recuerdan a la gente el parentesco, el disfrute y la familiaridad.
Dependiendo de dónde se haya crecido, la gente puede o no considerar las tortitas como un alimento especial. En Norteamérica, las tortitas con sirope de arce son una opción habitual en el desayuno, aunque algunas personas las tratan como un plato de temporada que sólo se come durante los meses de otoño e invierno, o con ingredientes adicionales como la calabaza. Fuera de Norteamérica, la gente tiende a considerar las tortitas más como un capricho especial; puede que las coman sólo cuando viajan o que las cocinen con la familia y los amigos en casa en contadas ocasiones. En Norteamérica y Alemania, los encuestados declararon haber comido tortitas durante toda su infancia. Aunque conservaban recuerdos de haber comido tortitas en su juventud, no podían recordar la primera vez que las comieron. Por el contrario, algunos encuestados de América Latina y Australia no comieron tortitas por primera vez hasta la adolescencia, por lo que tenían recuerdos muy concretos de la ocasión especial de probarlas por primera vez.
De hecho, el carácter "especial" de las tortitas puede determinar qué ingredientes prefiere la gente. Los que acostumbran a desayunar tortitas en casa suelen ponerles mantequilla, fruta fresca y sirope de arce o miel. La nutella y el chocolate se consideran ingredientes un poco más especiales, reservados a las grandes reuniones familiares o a los restaurantes que sirven crepes como postre. Como las tortitas son un alimento menos común en algunas partes de América Latina, puede resultar difícil conseguir los ingredientes necesarios para hacer la masa de las tortitas o para condimentarlas con ingredientes más comunes en Norteamérica, como el sirope de arce.
Independientemente de la geografía, la gente suele tener opiniones muy firmes sobre pedir tortitas o cocinarlas. Los que cocinan tortitas suelen tener opiniones muy firmes sobre el proceso de elaboración. Pueden describir con gran detalle sus métodos preferidos para hacer sus tortitas ideales, ya sean esponjosas o finas, y algunas personas tienen más de una receta favorita. Uno de nuestros colegas tiene familiares tan exigentes con el grosor de las tortitas que prepara dos masas distintas para adaptarse a las preferencias de cada uno.
Quizá sea esta facilidad de personalización lo que confiere a las tortitas su poder único; aunque no se den cuenta, prácticamente todo el mundo tiene su propio ritual para hacer o comer tortitas. Algunas personas insisten en poner siempre los mismos ingredientes, como auténtico sirope de arce o Nutella y fresas. Pueden ser muy exigentes con el tamaño, la temperatura o el grosor de las tortitas. Puede que insistan en que las tortitas sean apiladas. Las tortitas son una oportunidad única para que un grupo de personas se reúna y comparta la misma comida, adaptándola a sus preferencias individuales. Por eso, puede que las tortitas sean la comida más exclusivamente comunitaria y más exclusivamente personal que existe. No es de extrañar, pues, que también sean un alimento lleno de nostalgia para personas de todo el mundo.
En resumen, la gente de todo el mundo comparte un interés común por comer tortitas calientes y frescas con la familia y los amigos. En Norteamérica y Alemania, las tortitas se consideran un desayuno bastante común que se toma por primera vez en la primera infancia. En América Latina y Australia, las tortitas son una comida para ocasiones especiales que muchas personas no comen por primera vez hasta que son mayores o viajan al extranjero. La rareza de las tortitas en algunos países latinoamericanos puede dificultar la obtención de ingredientes y aderezos comunes en los supermercados de EE.UU., como el sirope de arce. Independientemente de su lugar de origen, la gente suele tener opiniones muy firmes sobre el proceso de elaboración de las tortitas, así como sobre sus ingredientes favoritos.